El Gobernador Larry Hogan sanciona la ley que las autoriza, conjuntamente con los fantasy sports, y que capacita hasta cuatro formas distintas de licencia retail, además de otra adicional vía móvil.
Las Cámaras legislativas de Maryland aprobaron la legislación en abril, luego que en noviembre superara el voto favorable de la población en un referendum.
Como está ocurriendo en prácticamente todos los Estados, es difícil que la fórmula elegida para la explotación y comercialización e incluso los canales susceptibles de hacerlo, guarden paralelismo. Maryland tiene su propia vía para un máximo de 60 licencias, de las cuales 30 lo pueden ser de Clase B, y un tipo impositivo del 15% de los ingresos brutos.
La licencia B1 estaría al alcance de un operador de bingo o un operador de transmisión simultánea de carreras que acredite un plantel superior a 25 empleados y una facturación determinada. Debe depositar un pago de 150.000 dólares.
Las licencias de Clase A1, que exige el pago de una tarifa de algo más de 1 millón de euros, puede ser solicitada por operadores que exploten más de un millar de VLTs en los casinos instalados en Maryland, pero ojo también puede ser solicitada por cualquiera de los equipos de las grandes ligas estadounidenses con sede en el territorio (NBA, MLB, MLS, NHL o NFL).
La categoría de licencia A2, valorada en 600.000 dólares, también implicaría a operadores de máquinas VLT, pero nominalmente podría beneficiarse la entidad Maryland Jockey Club.
Por último, la licencia de operación por móvil requiere un pago de 300.000 dólares, y su adjudicación se supedita a acreditar una licencia de apuestas retail.