Todos ellos soportan acusaciones de vulnerar el código disciplinario por el que no pueden participar en apuestas de ningún tipo durante su vigencia como jugadores en activo.
No son vulneraciones específicamente de la actual temporada, sino que se remontan a la 2012/13 y a la 2013/14 por presunta violación de las reglas 22, 23 y 31 de los Campeonatos de Fútbol de Escocia.
La regla 31 estipula que “ningún club, directivo, equipo u otro miembro del plantel del equipo, jugador u otra persona bajo la jurisdicción de la Scottish FA `pueda realizar apuestas sobre cualquier partido de fútbol”.
Las acusaciones que se vierten sobre algunos de estos futbolistas, que en los próximos días serán sometidos a audiencias para que puedan plantear sus descargas en el asunto, incluyen facilitar información sobre eventuales traspasos de jugadores a otros equipos, cuyas cotizaciones sobre el destino del futbolista constituyen uno de los atractivos en numerosas cotizaciones.