El impacto de la crisis sanitaria y económica causada por la Covid pasa factura en la oferta del producto recreativo en bares, cafeterías y restauración de las dos provincias canarias, y también en la cifra de unidades instaladas.
Una incidencia en cuanto al número de locales autorizados para la instalación de máquinas B que no siguió un comportamiento homogéneo en la provincia de Las Palmas y en la de Tenerife. De hecho, en esta última el balance final del ejercicio 2020 adicionó 20 nuevos establecimientos en contraposición con la demarcación de Las Palmas que perdió 71 locales con máquinas B autorizadas y en instalación.
Los 3.529 establecimientos de hostelería con máquina B al finalizar el ejercicio 2020 contabilizaron 4.782 unidades instaladas, de las cuales 2.821 figuraban en la provincia de Tenerife.
El número de establecimientos de hostelería con producto B recreativo en Canarias contaba en 2016 con una cifra de autorizaciones de explotación de 8.334 por lo que desde aquel ejercicio han sido 4.805 los locales hosteleros que han dejado de incluir esta oferta más allá que una gran mayoría de los mismos hubieran desaparecido en ese tiempo.