El enorme impacto en el sector de la Covid 19 revela un nuevo ejemplo del fuerte peaje que el confinamiento y las posteriores restricciones causan en el sector del juego de entretenimiento presencial castellano-leonés.
Las empresas del sector Presencial han vivido y siguen afrontando las enormes derivadas que ha conllevado la pandemia. En el caso de Castilla y León, además de la nula concesión de bonificación fiscal por los períodos de cierre o restricciones que han impedido el desarrollo de la actividad por fuerza mayor y, en consecuencia, del hecho imponible tributario, las empresas han tenido que afrontar la zozobra de largos períodos de inactividad.
Precisamente una de las consecuencias más significativas de esa incidencia es que durante 2020 dejaron de funcionar dos Salones en la ciudad de Salamanca y 1 en la ciudad de Valladolid; otro tanto sucedió con la sala de bingo de Palencia, y; mucho más con las tiendas de apuestas, cuyo censo ha visto reducido su número en la ciudad de Valladolid con 1 establecimiento, 3 en la ciudad de Burgos, 1 en Ponferrada y 1 en la localidad de Béjar.