Miguel Piñol explica en la Comisión de Juego las valoraciones del CES del Anteproyecto de ley que reforma la vigente ley del Juego 8/2014, de 1 de agosto, cuyo dictamen critica hurtar el debate del texto en el seno del órgano consultivo.
Aparentemente el texto defendido por el Govern balear fija un máximo de 75 salones de juego por cada millón de habitantes e incluye una moratoria automática de nuevas licencias "hasta alcanzar las 75", lo que reafirma la idea reiteradamente trasladada por el vicepresidente Juan Pedro Yllanes.
Según señala la nota oficial de prensa del Govern, el director General de Comerç, Miquel Piñol, explicó que "la modificación de la ley del Juego atiende a las demandas de la sociedad civil que en los últimos años ha mostrado su preocupación ante la proliferación de la oferta de juego y la necesidad de adoptar nuevos marcos normativos que pongan freno a un crecimiento excesivo".
Piñol también dijo que "el Govern apuesta por políticas de prevención de las adicciones, de protección de menores y colectivos más vulnerables, de paz social y convivencia vecinal".
Recordemos que el propio Govern balear ha reconocido públicamente carecer de datos actualizados sobre la realidad objetiva del juego de entretenimiento presencial de titularidad privada por ausencia de instrumentos para ejecutarlos, aunque en el documento remitido al CES habría enviado un Memoria de Impacto, según revela el Consell Econòmic i Social.