Tras el traumático interanual 2019/2020, que supuso una gran afectación para locales de hostelería y empresas operadoras, el cuatrienio 2020/23 ha conseguido preservar cifras muy similares al cierre de cada uno de los ejercicios.
La implementación del devengo mensual ha sido una fórmula decisiva para preservar ese parque B en la Hostelería y no perjudicar severamente a operadores y titulares de cafeterías, bares, restaurantes y asimilados que vieron truncada con la pandemia la actividad y sus expectativas de futuro a corto plazo.
El parque de B1 instalado en la hostelería asturiana concluyó 2023 con 4.272 unidades; una cifra que prácticamente copia las 4.270 B1 instaladas al terminar 2020. En los dos ejercicios sucesivos ese número se ha movido con altibajos, pero no puede olvidarse que al tratarse del devengo mensual muy probablemente el parque B1 instalado pudiera haber concluido en enero de 2024 con una cifra superior o inferior.
Ojo los efectos de la pandemia se describen claramente al comprobar la brecha creada entre 2019 y 2020 cuando el parque B1 instalado pasó de 5.472 a 4.270 en apenas un año. Un diferencial en el parque que ya no se ha recuperado.
Lo anterior guarda consonancia con las autorizaciones de locales de hostelería con máquinas B efectivamente instaladas. Su número al término de 2023 era de 3.213, guarismo que apenas se resiente de las 3.317 al finalizar 2020. Pero si nos aproximamos al final de 2019 ese número había llegado a las 3.951; muy probablemente ese diferencial sean bares y similares que desaparecieron con la pandemia.
En cuanto al número de locales de hostelería que mantienen autorización para instalar máquinas B, aunque no la incorporen 2023 terminó con 3.613, lejos delas 3.992 al finalizar 2022, pero mucho más cerca de las 3.673 al concluir 2021.
Es decir, la posibilidad de instalación de máquinas B en la Hostelería asturiana al término de 2023 eran exactamente de 400; en 2021 ese diferencial era de 315.