Afirmación que no acompaña, como es desafortunadamente norma de la casa, de argumento alguno, pero que intenta afianzar un nuevo mantra que sirva de referencia en el mantenimiento de su cruzada apologética contra el sector del juego de entretenimiento presencial de titularidad privada.
No es la jornada de Santos Inocentes, pero podría parecerlo. Las declaraciones realizadas en Córdoba el pasado viernes por el actual ministro de Consumo mostraron el delirio en el cual se ha instalado el discurso de Alberto Garzón en este ámbito. Acorralado su argumentario por la carencia de datos oficiales de las fuerzas de orden público que demuestren la presencia real de menores en establecimientos de juego para validar sus posiciones ideológicas, éste ha recurrido a pretendidas "evidencias científicas" que se limitan a meras afirmaciones sin sustento alguno.
Recogemos a continuación algunas de las afirmaciones del ministro ante los medios el viernes 19 de noviembre:
- "El rendimiento académico de los menores de edad se ve reducido claramente por la cercanía de las casas de apuestas y los salones de juego, algo que ocurre en colegios públicos de zonas desfavorecidas, de barrios trabajadores y de menor renta per cápita".
- "El incremento extraordinario de salones de juego y casas de apuestas no es inocuo, ni azaroso, sino que se ubica en zonas de clase trabajadora para aprovechar la situación de vulnerabilidad económica de familias trabajadoras, y muy particularmente de las personas más jóvenes".
- "La alarma social en torno a los salones de juego y casas de apuestas no era una alarma social sin sustancia, sino que obedecía a una problemática que está arrasando a miles de familias en nuestro país con diferentes modalidades, entre las que se encuentran trastornos del juego de distinta naturaleza e incluso casos extremos como los problemas de ludopatía".
- "He pedido a las Comunidades Autónomas mayor ambición y audacia para seguir protegiendo a las personas más vulnerables. Ante la evidencia científica es importante que las Comunidades eleven los requisitos para que estos establecimientos no se sitúen cerca de las escuelas".
- "Es una evidencia científica que el rendimiento académico se reduce, especialmente entre niños de familias trabajadoras en barrios donde han proliferado más los salones de juego".