El presidente de ANESAR, José Vall, recalcó durante la Asamblea el encarecimiento de los costes, pero también los derivados de adaptación de locales en sistemas de acceso o seguridad.
Tal como adelantamos en JPnoticias en la edición de ayer, la asamblea de ANESAR reflejó la severa coyuntura que atraviesan las empresas de Salón de Juego españolas, que acumulan las restricciones de la Covid19 con un severo debilitamiento del sector, las nuevas normativas y el incremento generalizado de costes energéticos, eléctrico en particular (más de un 150%).
"Las cuentas de nuestras empresas empeoran", explica Vall. "Tenemos que afrontar grandes inversiones de adaptación de nuestros locales en sistemas de acceso o seguridad, y nuestros clientes también sufren las consecuencias del incremento de costes en la cesta de la compra, combustible e hipotecas. La ecuación es clara. Llevamos tres años desastrosos y la capacidad de aguante está cada vez más comprometida".
ANESAR estima "inaceptable" poner en riesgo el trabajo de los miles de trabajadores del sector del juego de entretenimiento presencial privado que despliegan su función con los más altos estándares éticos y profesionales; además de reclamar respeto por su labor.
La asociación lamenta las "desproporcionadas penalizaciones" impuestas a la actividad sectorial a través de medidas que "buscan el cierre de los establecimientos y la pérdida de los empleos bajo el pretexto de proteger a los colectivos vulnerables".