Urge vertebrar grupos de trabajo que contribuyan a la colaboración policial y empresarial, a semejanza de la primera etapa del operativo, luego de un largo período que ha coincidido precisamente con la colocación de los Salones de Juego en la diana.
Como suele suceder a menudo, que 'Operación Salón' dejara de desarrollar sus actividades ha demostrado cuan importante era su labor y su especialización. Esa ausencia no ayudó precisamente al sector ante los inusitados ataques que los Salones comenzaron a recibir física y mediáticamente.
La recuperación es sin duda una excelente noticia, pero no basta con una reunión anual. La vertebración de grupos de trabajo tiene que ser un ejercicio obligado para Policía Nacional y empresariado (en este caso representado por ANESAR).
Sólo a partir de estos grupos de trabajo que desarrollen su actividad en 'petit comitè' y con objetivos concretos se aportarán resultados objetivamente cuantificables, que debieran ser el primer paso hacia soluciones eficaces.
Son muchas las dudas que asaltan al empresariado en el día a día y que la contribución vía protocolos policiales contribuiría a despejar. A saber, qué hacer en caso de scraches al establecimiento; qué hacer ante un menor que se empecina en el acceso, pese a que ya ha sido rechazado por el control de acceso; qué hacer cuando Seguridad Ciudadana entra en el Salón y comienza a cachear a los clientes que permanecen en el establecimiento...
Los supuestos son numerosísimos porque, como se dijo ayer en 'Operación Salón', por el interior de un Salón de Juego desfila mucha gente, pero además también acceden todo tipo de agentes policiales ( Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Local...), cuyos protocolos de actuación no son necesariamente homogéneos.
Recuperar la esencia que dio origen a 'Operación Salón' a caballo de la década de los 90 y primera del nuevo siglo tiene que sustentarse en aquella experiencia positiva, que obviamente se adecúa a la nueva realidad del momento actual.