La votación en la trascendente sesión del 12 de diciembre reconoció varios elementos y negó otros tantos en el curso de la sesión parlamentaria en el Senado.
El rechazo a la regulación del Juego Online a partir de la iniciativa del senador Carlos Portinho captó 37 votos a favor de la exclusión frente a los 27.
El otro elemento que quedó fuera se identifica con los juegos virtuales y terminales de apuestas deportivas. Y en tercer lugar, fue rechazado para que hubiera publicidad de apuestas deportivas en estadios.
Prosperó eso sí el criterio de tipo fiscal del 12% sobre el win, en vez del 18% sobre el win.
Quienes opten a las licencias también serán requeridos al pago de una fianza inicial de 30 millones de reales brasileños. Esta fianza garantizará la capacidad para operar hasta cinco marcas distintas.
Será el debate en el Congreso de los Diputados el que determine a partir de febrero de 2024 el devenir de lo aprobado en el Senado.
Brasil es paradigma de una curiosa contradicción: desde 2018 las apuestas deportivas están legalizadas, pero carecen de regulación federal, lo que no ha impedido que sean numerosas las marcas que actúan ofreciendo este tipo de producto.