Fin a 28 años de titularidad de la concesión en manos de Camelot, cuya gestión pasa a las manos de la candidatura impulsada por Sazka y que significa operar la lotería británica otros 10 años más a partir de febrero de 2024.
Ha sido una pugna reñidísima y así lo han reconocido desde el ente regulador británico, Gambling Commission. Ayer el ente regulador reconoció sus preferencias, desató la euforia en Allwyn y la absoluta decepción en Camelot, que pone fin a un período durante el cual más de 45.000 millones de libras han revertido en obras sociales.
Y es que aparentemente la propuesta que aumenta el destino a obras sociales de Allwyn ha pesado sobremanera en la elección en dura pugna con Sisal, Northern and Shell y Camelot.
Camelot seguirá gestionando la lotería con su millar de empleos.