El actual adjudicatario, que ha perdido las preferencias del regulador para seguir operando la National Lottery, alegará cambios en las reglas de concesión a cargo del regulador.
Así lo adelantó The Sunday Telegraph el pasado domingo, revelando las sospechas de irregularidad en el proceso por parte del vigente concesionario. El criterio de puntuación sobre el protocolo de ingresos destinados a obras sociales habría podido variar durante el desarrollo de la selección.
En el caso de la "candidatura preferida", a juicio de Gambling Commission, la partida prevista para obras sociales supera los 38.000 millones de libras esterlinas.
A mediados del actual mes de marzo Gambling Commission declaró públicamente que Allwyn, la sociedad impulsada por el millonario checo Karel Komarek, sería la opción elegida.
El 22 de marzo Camelot aceptaba la sanción emitida por el ente regulador respecto de incidentes en la comercialización a través de móvil de la National Lottery. En esa declaración recuerdan, no obstante, que la propia Gambling Commission admitió que "no se actuó negligentemente y no se produjo impacto negativo en la devolución a obras benéficas".