El operador comunica el cierre el próximo miércoles del cuarto casino, que como los tres anteriores desaparecerá físicamente.
Sin duda no es habitual. De ahí seguramente la singularidad del avance realizado por la compañía a propósito del inmediato futuro de Wild Wild West y el traslado de sus empleados a otros establecimientos operados por la filial de la empresa, Station Casinos.
El complejo a punto de desaparecer fue adquirido por Red Rock Resorts en 1998 e incluye un hotel con 260 habitaciones.
A finales de la pasada primavera tres casinos instalados en el sur de Nevada pasaron por la pica sin que aparentemente la empresa tenga intención de edificar nuevos casinos y sí proceder a su venta aunque no sería para instalaciones de juego.