La sobrevenida modificación del primer borrador de reglamento General de Juego con importantes cambios que no figuraban en el texto inicial del 22 de diciembre levanta las alarmas por las concomitancias que este tipo de encuentros guarda con lo sucedido en la anterior legislatura en Baleares.
Fue en Baleares donde el entonces vicepresidente autonómico, Juan Pedro Yllanes, promovió la denominada Mesa del Juego que acabó actuando en paralelo a la Comisión de Juego de Baleares y que reunía a las entidades involucradas en el tratamiento de adicciones comportamentales. En aquellas reuniones se adoptaron decisiones que posteriormente llegaban a la Comisión de Juego como hechos consumados.
El extraño proceder del Gobierno de Navarra que el 22 de diciembre de 2023 presentó un borrador del reglamento General del Juego tras atender dos períodos sucesivos de alegaciones y cuyo texto sorpresivamente fue modificado cuando se expuso a mediados de enero de 2024 en la Comisión del Juego levantó las alarmas entre el empresariado. De ahí que resulte inquietante conocer la reunión mantenida por la consejera de Interior, Amparo López, con FEJAR y Aralar el pasado viernes 16 por lo mucho que recuerda a la forma de actuar de Baleares en la legislatura precedente.
El comunicado del Gobierno de Navarra sobre esta reunión del 16 de febrero revela que en la misma se trasladó el borrador del reglamento General, pero no puede olvidarse que Aralar forma parte activa de la Comisión de Juego de Navarra y ya estuvo representado en la reunión de mediados de enero por lo que ya dispondría y habría sido informado del mismo.
Según la nota oficial del Gobierno de Navarra, Raquel Pardo, presidenta de Aralar, considera este borrador “un hito en la regulación del Juego en Navarra” y ha reclamado “cumplir con los plazos establecidos”.
FEJAR estuvo representado por su presidente, Máximo Gutiérrez, quien recurre en la nota de prensa a la preocupación por la “gente joven”, pero no queda claro si por ‘gente joven’ hay que entender a los menores o a los mayores de 18. No puede sorprender porque es ya todo un clásico este tipo de conceptos que deliberadamente persiguen la confusión.