¿Cómo interpreta la Xunta de Galicia que todo el abanico de JuegosONCE quede a expensas de cualquier adulto, menor y también eventual prohibido en el Registro de Interdicciones que acude al centro hospitalario coruñés en el interior del centro?
No es una novedad, ni una primicia, ni una exclusiva… Se trata de una realidad cotidiana que sigue chocando con el más elemental sentido de la lógica. Un vendedor de la ONCE tiene montado su tenderete con todo el elenco de JuegosONCE en el interior de un hospital. Lo hemos visto infinidad de veces.
¿La Xunta de Galicia entiende que es normal este punto de venta dentro (no en el exterior) de las instalaciones del Hospital público Abente y Lago?
Frente a la doble moral, esa realidad que los políticos suelen asumir con el silencio… O lo que sería peor: con la resignación.