Agentes de la Policía Nacional imputan a seis personas de los hechos, cuyo perjuicio económico alcanzó los 40.000 euros, según informa la Jefatura Superior de Madrid
La investigación comenzó en junio pasado a raíz de una denuncia que manifestaba pérdidas en Salones de Torrejón de Ardoz, afectados por un modus operandi que se repetía. Fruto de ella se determinó la existencia de un grupo dedicado a estafar acudiendo en dos tandas y ocupando el mayor número de los puestos de juego para asegurarse la mayor impunidad en sus jugadas fraudulentas, además de evitar la denuncia de otros jugadores. Si la bola no caía en lo jugado, forzaban la ruleta con un destornillador para manipular la cúpula y conseguir la anulación y la devolución de lo apostado.
Los sistemas de seguridad anulaban la partida devolviendo automáticamente el importe a cada jugador. Impedían la intervención del azar en el resultado del juego y se garantizaban el beneficio económico directo porque no perdían el dinero invertido; sólo obtenían partidas ganadas, excepto si en ese instante la presencia de algún empleado les impedía realizar tal maniobra.
Las apuestas siempre eran por un alto valor encabezadas por un líder que realizaba la manipulación física de la ruleta; el resto ocupaba puestos de juego y realizaba sus apuestas, además de vigilar a los empleados.