La profesora de Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Mireia Cabero, señala que la recepción de tanto dinero en este tipo de juegos de ilusión "desequilibra porque genera un impacto emocional muy elevado".
A juicio de Cabero, "la elevada intensidad de satisfacción y euforia remite a sentirse muy poderoso y capaz de afrontar lo que sea. Esta circunstancia conduce a tomar decisiones ilógicas e irracionales respecto de negocios o compras muy caras".
Un reciente estudio de Philip Brickman señala que al año de ganar un premio de lotería, un grupo de ganadores no era precisamente más feliz que otro no tan afortunado. "Muchos ganadores lo pierden porque no tienen los capitales personales, ni sociales para moverse en el mundo donde han colocado esos dineros", señala Francesc Núñez, profesor de Estudios de Artes y Humanidades de la UOC.
Nadie puede asegurar a ciencia cierta la supuesta afirmación atribuída al Fondo Nacional para la Educación Financiera (National Endowment for Financial Education-NEFE de Colorado) que asegura que el 70% de los ganadores de una lotería dilapida la totalidad del premio en 5 años, pero sí podemos formularnos la siguiente pregunta para reflexionar: ¿Estamos preparados psicológicamente para convertirnos en millonarios de la noche al día?