La fuerte exposición de las actividades en el mercado de Japón, que no atiende a una regulación del juego online y la necesidad de abandonar mercados grises aconsejarían la decisión
Bally's pretende concentrar esfuerzos en Norteamérica y Europa, y mantener activos en mercados no regulados constituye un riesgo que no puede permitirse la compañía.
Fuentes recogidas por Inside Gaming señalan desconocer los detalles de la transacción de venta, aunque no se descarta que esta operación pudiera concretarse mediante un traspaso de licencia.
Estas mismas fuentes estiman que el mercado japonés capta el 26% del volumen de negocio de la División Online de Bally's, pero no olvidemos que Japón no ha regulado el Juego Online.