El segundo mayor operador de casinos de Australia pierde el 5'09% que poseía el banco de inversión, según información avanzada por la agencia Reuters
Tanto Star como Crown (propiedad de Blackstone) han sido sometidos a importantes exámenes de cumplimiento por el regulador en los últimos tres años, pero los dos factores más relevantes que han tenido que afrontar han sido el descenso de visitas y cierres prolongados de sus instalaciones.
No han trascendido las causas de la marcha de JPMorgan Chase, ni tampoco quién ha asumido su cuota de participación. De momento afronta una fuerte depreciación de su acción que la han colocado en mínimos de varios años. Además, la reducción de sus ganancias complica su posición en un mercado estrechamente regulado.