El Tribunal de lo Mercantil de Amberes descubrió que las tiendas de Apple venden elementos de juego en el interior de las 'cajas botín', lo que equivaldría a una violación de la legislación de Juego
Supuestamente cuando se compraban las 'cajas botín' los jugadores podían obtener recompensas y artículos, lo que en la legislación belga equivaldría a 'juego de azar' y necesidad de obtener licencia como operador.
Apple se escuda en el hecho que la comercialización de este tipo de productos se ajusta a la Directiva de Comercio Electrónico de la Unión Europea que data del año 2000, según la cual los proveedores de servicios de la sociedad de la información y quienes almacenan la información no son responsables de la información almacenada a petición de los destinatarios del servicio.
El tribunal de Amberes opone que la Directiva de Servicios excluye las actividades de juego de su alcance. Sin embargo, somete a evaluación del Tribunal con sede en Luxemburgo un pronunciamiento al respecto.