Una amplia mayoría suscribió el texto, a debate acto seguido en el Senado, que otorga grandes poderes no sólo al ente que ya conocíamos, Superintendencia de Juegos de Casino, sino también al Servicio de Ingresos de Chile y a la Comisión para el Mercado Financiero.
El proyecto que llegará al Senado prevé un tipo de tasación fiscal vía IVA al identificarlo con un servicio de entretenimiento de carácter digital. El IVA permitirá a los operadores recuperar créditos fiscales por gastos que incluyen publicidad y software. Los operadores autorizados son los únicos con capacidad para emitir publicidad.
Las plataformas de apuestas online tendrán que abonar cerca del equivalente a 68.000 euros como fianza previa.
El 2% del GGR que obtengan los operadores tendrá por destinatario el deporte chileno a repartir a partes iguales entre el Instituto Nacional de Deportes, el Comité Olímpico de Chile y el Comité Paralímpico de Chile.
El 1% anual del ingreso bruto del operador tendría como destino la contribución a proyectos de 'juego responsable'.
Otorgará capacidad a las entidades financieras para que bloqueen transacciones de pago de premios procedentes de operadores no autorizados.
A partir de ahora es el turno del Senado.