Fue el instrumento más recurrente para depósitos y retiradas en 2023 con el 76’01 y el 52’98%, respectivamente, según los datos aportados por la DGOJ correspondientes al citado ejercicio.
El recurso de la tarjeta no tiene parangón con el resto de indicadores en el caso de los depósitos porque el 76’01% de peso específico dista enormemente del 12’71% que se vale de monedero electrónico.
Si bien la tarjeta también es el elemento más utilizado para las retiradas con el 52’98%, en este caso la utilización de la transferencia bancaria es relevante para los cobros con el 28’63%. El monedero electrónico supuso en 2023 el 14’85% de las operaciones de retiradas efectuadas por los jugadores online.
Métodos de prepago, servicios de tesorería y otros no concretados por la DGOJ fueron absolutamente marginales. Evidencia que la tarjeta es la opción más cómoda y sencilla para este tipo de gestión que se relaciona con el procedimiento de pago y de cobro.