“Tenemos un bonito trabajo por delante para seguir defendiendo con datos y no con relatos una realidad empresarial que nos coloca como los números 1 en empleabilidad, pero maltratados por políticos malinformados” subraya el presidente de ANESAR, José Vall.
ANESAR revalidó ayer en Madrid compromisos que permanecen inalterables respecto del relevante anterior Congreso por mucho que el foco electoral difumine los apriorismos y prejuicios que cierto discurso político ha depositado en la actividad sectorial. La elaboración del programa del Congreso de ANESAR tuvo la virtud de buscar otros sectores que como el del Juego afrontan una diferenciación en el trato respecto de la empresa pública. Los ejemplos de Conacee o Tecniberia no pueden ni mucho menos consolar, pero al menos ayudan a comprender que el comportamiento de la empresa pública sigue recurrentemente anclada en determinados giros y actitudes que a menudo contrastan con el criterio de competencia.
Precisamente la presencia del subdirector de Ayudas Públicas e Informes de Proyectos Normativos de la CNMC, Juan Manuel Contreras, tenía ese fin, ese matiz disruptivo, aunque su discurso en la jornada de ayer optó por un perfil bajo y eminentemente descriptivo.
A las asimetrías del Juego Público y Juego Privado se refirió la abogada Patricia Lalanda (Loyra Abogados), que en los recientes reales decretos del Ministerio de Consumo, particularmente el de Comunicaciones Comerciales, se evidenció el criterio selectivo en la determinación de qué tipo de empresas, qué juegos y en qué franjas horarias pueden emitirse mensajes comerciales y publicitarios. “El criterio restrictivo lo es por distinción de la potencial adicción de cada producto de juego: más dilación en el tiempo en la resolución del premio”. Aunque es un criterio políticamente asentado que carece de credibilidad y coherencia cuando se trata de juegos como los ‘rascas’ y juegos activos de la ONCE y otros de titularidad por parte de SELAE.
A propósito de este criterio tan singular que Consumo ha interiorizado en sus reglamentaciones Lalanda aportó cómo en Estados Unidos “evidencias sociológicas están poniendo de relieve que cuanta mayor sea la habilidad en la obtención del premio, menos pernicioso”. Un cambio de giro a mayor reflexión de la CNMC, cuyo representante en la mesa redonda pudo eludir pronunciarse sobre el rol del Consejo del Protectorado, que precisamente la Autoridad regulatoria ha cuestionado en diversas resoluciones.
José Vall volvió a transmitir fortaleza empresarial y sectorial en un evento que tradicionalmente tiene que invitar a la reflexión y al debate. Y en ese contexto se refirió a “la intensidad electoral como una oportunidad para cambiar ese discurso reactivo que hemos tenido que adoptar en esta legislatura que acaba tan difícil para nosotros y para nuestras empresas, y definitivamente construir en positivo”.
En ese escenario de diferencia de trato entre el Juego Público y el Privado el último acuerdo que impone a la ONCE no vender sus juegos en colegios y a menos de 10 metros de distancia de los mismos Vall opone la crítica más severa, lo mismo que respecto del nuevo veto al empleo de medios de pago en los Salones de Aragón. Referencias que demuestran el enorme trabajo de pedagogía y concienciación que de nuevo tienen por delante las asociaciones empresariales con las cuales la CEOE a través de Luis Alberto González en el día de ayer reiteró “el apoyo de la patronal a una colaboración público/privada para una gestión más eficaz y de contribución a la economía”.
Los guiños de Vall a la gestión administrativa de algunas de las Comunidades Autónomas representadas en el Congreso, según criterio de eficacia/eficiencia, añadieron ese tono discordante con lo políticamente correcto que se espera en un evento de esta naturaleza. Todo ello no fue óbice para que José Vall volviera a poner a ANESAR a disposición de todas las Administraciones.