A expensas de saber la cifra oficial de visitantes profesionales de la organización, la sensación que transmiten los fabricantes es una caída de la asistencia, que se suma a las inquietudes generadas por los procesos de homologación en Comunidades Autónomas donde hasta ahora su funcionamiento era óptimo.
Es la percepción que transmiten los fabricantes y proveedores expositores, y que en este caso tiene un alcance generalizado. Es una variable que en el nuevo contexto de ferias en el sector que se abre en España a raíz del traslado de Londres a Barcelona no es baladí. Las inversiones son altas y el expositor en general espera tener un rédito ciertamente en volumen de negocio, pero también por asistencia de profesionales.
La matinal del jueves no defraudó porque describió el escenario esperado: asistencia casi nula, pero oportunidad de estrechar relaciones y operaciones. De hecho, esta inclinación no es exclusiva de Madrid, incluso en Londres se ha vivido tradicionalmente esta circunstancia, si bien sus dimensiones obviamente derivan a otro contexto.
La preocupación del fabricante, además, tiene una sobrevenida preocupación: el escenario que se abre en materia de homologaciones ante los escenarios creados en comunidades como Aragón, Cantabria y las esperadas primeras certificaciones bajo las nuevas características en País Vasco.