El consejero delegado de Jocs, Marc Martos, define el proyecto estratégico como "polo de atracción turístico" y también como "fórmula para contribuir a la desestacionalización de la oferta turística del Principado".
La inversión inicial supera los 25 millones de euros, prevé generar en torno a 200 nuevos puestos de trabajo directos y más de 500 indirectos.
En el ámbito específico del casino de juego Martos adelantó ayer que en verano se pondrá en marcha la escuela de crupieres, además de formación para aquellos empleos centrados en seguridad, restauración o atención al cliente, que son otros ámbitos en los cuales Unic pretende poner el acento.
En el curso de la presentación a los medios de comunicación realizada ayer en Andorra la Vella, Martos espera que Unnic sea un reclamo para Francia y España, pero también para otros como Portugal, Reino Unido y Rusia, cuyos nacionales "hace años que nos visitan, pero también para otros que actualmente no tienen a Andorra en su radar turístico como países de Asia".
Las expectativas son que Unnic acoja anualmente más de 250.000 visitantes desde la perspectiva de no limitarse a un casino exclusivamente. "Nace con la idea de ser un lugar donde pasar un buen rato, compartir buenos momentos, con una oferta gastronómica con distintos espacios de restauración, tomar algo, disfrutar de una buena comida o bebida, y siempre en un buen ambiente. Espectáculo, evento, entretenimiento y todo tipo de producto de ocio".
Los impulsores del proyecto, cuya inauguración está prevista para otoño de 2022, señalan que "queremos un espacio icónico, un concepto de ocio innovador y único, la mejor opción para dejarse llevar y pasarlo bien los 365 días del año. Un lugar donde vivir nuevas experiencias".