La compañía confirmó la retirada de aquellos Estados donde operaba exclusivamente como operador de apuestas deportivas presenciales a finales de noviembre, aunque no pierde el ojo a potenciales oportunidades.
La deuda superior a los 1.600 millones de dólares ha sido clave en el anuncio de 888 Holdings, que no olvidemos todavía tiene que amortizar la transacción de la compra de los activos no estadounidenses de Caesars, pero también lo es el alza de la inflación, según palabras del propio Itai Pazner.
El ahorro que representará la marcha de aquellas jurisdicciones de Estados Unidos que únicamente legalizan las apuestas deportivas presenciales se centra en marketing, costes de fidelización del cliente y promoción; todas ellas se están demostrando extraordinariamente elevadas, cuyo impacto en las cuentas de explotación son enormes, circunstancia que también admiten los grandes gigantes estadounidenses, DraftKings y FanDuel, apoyados fundamentalmente en políticas de escalabilidad.
El importante rol en oferta de poker quiere ser aprovechado por 888 Holdings en aquellas jurisdicciones que regulan este juego en el canal online y que, como ya hemos avanzado en precedentes ediciones, tiene en el acuerdo de liquidez compartida suscrito por New Jersey, Nevada, Michigan y Delaware un ejemplo paradigmático.
JPnoticias adelantó en su edición del 30 de noviembre que la previsión de ingresos brutos de 888 Holdings en 2022 preveía un descenso del -7% y que consolidar una plataforma tecnológica unificada contribuirá a la definición de esas nuevas oportunidades en el mercado.