Vigentes a partir del 1 de enero, pretenden contribuir a la protección de los operadores ante eventuales ataques a sistemas de información que comprometan los datos de los clientes de los casinos.
Los casinos quedan emplazados a acometer una evaluación de riesgo de sus sistemas antes de finalizar 2023 y tomar las acciones que sean necesarias para afrontar potenciales ataques.
Si estos operadores advirtieran brechas que pudieran comprometer la seguridad de jugadores y datos, así como la información de tarjetas de crédito, quedan obligados a informar al regulador en un margen de tiempo que no puede superar las 72 horas.
Las normas impulsadas por la Nevada Gaming Commission son aplicables a operadores con licencias de juego interactivo, apuestas a carreras y deportivas, y de juegos de casino.
BetMGM y DraftKings han sido recientemente objeto de importantes ciberataques que supusieron la captura de números de la Seguridad Social y transacciones de clientes, tal como informamos recientemente en JPNoticias.