Es el criterio consolidado en la reciente Cumbre sobre Ciberseguridad apoyada por la Gambling Indian Commission que aventura un escenario en 2023 con menos reclamaciones.
Aunque algunas fuentes señalan que los ciberataques a casinos sólo en el Estado de Nevada significaron el acceso a 200.000 datos de clientes y trabajadores en el año 2022, desde los casinos propiedad de las tribus indígenas el escenario descrito apunta hacia una cierta calma, luego que en 2021 los ciberataques se hubieran multiplicado exponencialmente.
Admiten que los casinos son muy interesantes para los hackers por el volumen de activos que entrañan. Una característica muy habitual es que no sólo los datos del casino eran el objetivo de los 'hackers'. ya que los directivos de la empresa y los trabajadores también han despertado un enorme interés.
Las empresas de casinos indígenas no señalan exclusivamente a Rusia como autores de los mismos, pero sí admiten que en su gran mayoría proceden de allí al intentar captar ingresos para sufragar el conflicto en Ucrania.