Todavía rige el monopolio del estatal Szerencsejáték, pero sobre la normativa magiar pende desde 2017 el fallo del Tribunal de Justicia de la UE que instaba a facilitar el acceso de otras compañías no húngaras.
El primer paso fue ya adelantado por el ente regulador en 2022 cuando abrió el procedimiento de liberalización de Apuestas Deportivas, pso decisivo en aras a su posterior tramitación parlamentaria.
El legislativo aprobó a comienzos de 2023 el fin del régimen de monopolio y sus sustitución por un proceso concurrente y competitivo de licencias.
Una de las condiciones para las aspirantes es acreditar una experiencia de 5 años como licenciatarios de juegos online en el Espacio Económico Europeo (EEE), pero en este proceso quedan fuera aquellas compañías que pudiera demostrarse hubieran ofertado en los 5 años previos servicios de juegos de azar a la ciudadanía húngara, un criterio muy similar al aplicado por Países Bajos.
Los candidatos tienen que demostrar un capital social mínimo de 2'8 millones de euros. Los casinos presenciales que ya operan en Hungría disponen de capacitación para ofrecer juegos online.
No es todavía oficial, pero el tipo fiscal presume un 15% sobre el GGR.
El ente regulador magiar no sólo gestiona materias relacionadas con juego y apuestas. Entre sus funciones figuran tabaco, ciberseguridad e insolvencias.
En las próximas semanas quedará definitivamente expedito el nuevo escenario que se abre en Hungría.