La recomendación ratifica las consideraciones que el Consejo de Control del Juego de Nevada tomó a comienzos de enero de este año.
Los Casinos de Nevada quedan obligados a facilitar transacciones sospechosas; prohibir a los entrenadores, participantes y funcionarios la emisión de apuestas, y; prohibir la monitorización de las apuestas de contrapartida.
La salvaguardia de la integridad tiene que ser efectiva. La insistencia en este sentido es tan exigente que finalmente la entidad reguladora ha optado por excluir la elaboración de un código de conducta sobre prohibiciones relacionadas con el dopaje que inicialmente habían sido incorporadas.
Nevada sigue queriendo posicionarse como jurisdicción clave en la celebración de competiciones y apuestas a eSports que atraigan a los miles de seguidores existentes en el Estado.