La concejala de Comerç del consistorio, Montse Adan, en declaraciones Diari de Tarragona, señala que “no podemos hablar de proliferación de salas de juego en la ciudad, pero las que hay nos preocupan porque pueden ser un problema para las familias”.
La concejala asegura que la distancia que marca la Generalitat de 100 metros “es insuficiente”, y explica que evalúan “si un plan de usos de esta naturaleza tendría viabilidad”.
Y más adelante la propia Adan asegura que “cuantas más veces pase un adolescente por delante, más riesgo de que acabe entrando”. Y ni siquiera toma en consideración la concejala que para acceder es necesario superar un control de acceso y registro de admisión.
Josep Maria Brull es el gerente de Costa Win, un Salón que se está viendo estigmatizado por el Ayuntamiento. En declaraciones a Diari de Tarragona recalca que “nosotros cumplimos con la normativa” (…) “En el control de acceso no sólo comprobamos que sean mayores de edad, sino que miramos la base de datos por si tuviera la entrada prohibida”.
Por supuesto, la concejala no hace referencia alguna a los juegos de titularidad pública que se venden en supermercados y diferentes comercios, ya sean de Loteries de Catalunya, ONCE o SELAE. Y por descontado tampoco tiene conocimiento de la sentencia del TSJ de Catalunya sobre una pretensión similar que impulsó el Ayuntamiento de Barcelona y que fue rechazada.