La creciente regulación del Juego por las distintas jurisdicciones estadounidenses no impide que el consumo anual sólo en apuestas que se realizan fuera del alcance de las autoridades se estima en 511.000 millones de dólares a través de operadores ilegales, según se desprende del documento que adjuntamos.
El dato que maneja la American Gaming Association (AGA) añade otro expresivo sobre el impacto fiscal: las jurisdicciones estatales de Estados Unidos dejan de percibir por cobros fiscales que se pierden casi 14.000 millones de dólares.
El 49% de quienes emitieron una apuesta en 2021 a un evento deportivo habrían colocado una apuesta en un operador ilegal
En la perspectiva del canal Online las estimaciones sobre la ilegalidad en el mercado estadounidense se disparan exponencialmente estimando que son 340.000 millones de dólares el equivalente en apuestas a webs ilegales, lo que supone que los Estados dejaron de ganar 3.900 millones de dólares en ingresos fiscales.
El iGaming es únicamente legal en 6 Estados, pero casi la mitad de los estadounidenses (48%) que jugaron slots o juegos de mesa online en 2021 lo hicieron en casinos de juego online ilegales.