Es una exacción que data de 1951 creada para contrarrestar el juego ilegal y que los congresistas promotores pretenden eliminar respecto de los ejercicios 2019, 2021 y 2023 "como reconocimiento a la importancia económica de las apuestas deportivas desde su despenalización en 2018 por el Tribunal Supremo de Estados Unidos"
Se trata de una medida cuya aplicación práctica afectaría a los 38 Estados y Washington Distrito Federal que disponen de una regulación al respecto.
La demócrata de Nevada Dina Titus y el republicano de Pennsylvania Guy Reschenthaler son los impulsores de la propuesta. Ambos justifican la derogación porque penaliza a los operadores legales. Además, Titus pidió saber a qué agencia federal llegaba el capital recaudado por esta exacción y no supieron decirlo.
Los dos diputados urgen a la Cámara de Representantes a apoyar la iniciativa impulsada por los dos partidos.