La transacción, valorada en 200 millones de euros más otros 140 millones a satisfacer según la ejecución de los mercados en los siguientes tres ejercicios, eleva a cuatro las marcas que Evolution utiliza en su catálogo.
En efecto, Evolution ya incluía otras dos, cuyas denominaciones son altamente populares: NetEnt en 2020, que recientemente había adquirido Red Tiger, y apenas unos meses atrás, Big Time Gaming, titular del software Megaways.
La compra es inscrita por la compañía como un paso en la estrategia de alcance global que aspira consolidar Evolution Gaming.