Durante su comparecencia en Civican en Pamplona Mikel Arana señala que la prohibición de bonos de bienvenida a nuevos clientes online fue "porque la mayoría de gente joven que accedía a apuestas online lo hacía de este modo".
Es de agradecer que, si bien haya sido necesario llegar al último año de legislatura, el titular de la DGOJ incluya en su discurso la locuacidad pedagógica que tiene que acompañar a un regulador, en este caso de la materia Juego.
Lo dijo en Zaragoza días atrás, pero en Pamplona también abundó que "el juego online sólo es legal en España en aquellas páginas web con dominio Punto Es". Y es muy importante porque los medios generalistas como Noticias de Navarra o Diario de Navarra se han hecho eco de ello.
Igualmente trascendente es que Arana reconozca que las sanciones muy graves a webs ilegales resultan "incobrables", sobre todo porque referirse al juego ilegal resulta contraproducente con mezclas interesadas relativas a los operadores que actúan dentro de la legalidad. En JPNoticias siempre hemos intentado establecer esta diferencia tan relevante, pero notábamos a faltar que el titular de la DGOJ no ejerciera esta necesaria reflexión. De ahí que sea digno de celebrar.
Dicho ésto, el equipo del Ministerio de Consumo mantiene esa máxima que induce deliberadamente a la confusión. Arana no puede hablar de 'gente joven' y no referirse a que son mayores de edad porque lo que está transmitiendo al auditorio y a la prensa generalista es que los menores se les están colando. Esa utilización de la terminología puede resultar interesante desde la perspectiva partidista de la formación política, pero como director General de la DGOJ hay que exigir precisión y rigor.
La crónica de Noticias de Navarra, firmada por Enrique Conde, lo deja bien claro cuando el periodista recoge las palabras de Arana atribuyéndole la definición de "el especialista del Ministerio". No existe mejor diagnóstico para reiterar a Arana que siga esforzándose en la dirección correcta del rigor y no del partidismo, al menos los próximos doce meses.