La Asamblea de ANESAR transmite una evolución sectorial poco halagüeña, cuantificada por la asociación en el conjunto de España con una caída de ingresos del -20% como mínimo.
José Vall, los vicepresidentes de ANESAR, y el secretario General Juan Lacarra reconocieron el entorno descarnado que afrontan las empresas del sector Salones en España. Carece de sentido no admitir una realidad que refiere, tras la progresiva salida de la pandemia con los cierres y reducciones de horario y aforos prolongadamente en el tiempo, el encarecimiento de la energía y de todos los productos de consumo en general como claros determinantes de esas grandes dificultades.
La documentada referencia expuesta por Juan Lacarra en su presentación que adjuntamos en la presente información ilustra el elevadísimo coste de la electricidad que las empresas tienen que soportar, máxime cuando las máquinas recreativas instaladas exigen un importante consumo. Naturalmente las consecuencias prolongadas en el tiempo contra la reputación sectorial a cargo de personalidades de la vida política y pública que se quiera o no causan mella en los hábitos sociales. Los scraches a los cuales han sido sometidos en el último año establecimientos en varias Comunidades Autónomas. El incremento del coste de los alquileres de los locales. Las exigencias de modificación de los exteriores de los locales que también supone un significativo impacto económico y comunicativo con la sociedad. No se puede olvidar tampoco el desánimo que puede representar que desde los centros de decisión autonómicos se pretenda ‘escarmentar’ al sector utilizando como herramienta la elevación del montante de las sanciones en reformas ad hoc de sus respectivos regímenes sancionadores. Y, por supuesto, el alza del coste de la vida para la ciudadanía, lo que siempre repercute en una retracción en el consumo del sector ocio, que es el simbolizado como sector por ANESAR.
Fue el escenario descrito ayer por los directivos de ANESAR a una representación amplia de empresarios de las distintas comunidades reunidos en la Asamblea General de la entidad, que aprobó cuentas y presupuesto. Pero un mismo contexto para reivindicar la condición empresarial que ha permitido superar situaciones igual o más graves que afrontaron las empresas. A ese espíritu recurrió José Vall y los integrantes de la Directiva de ANESAR. Defensa del negocio, defensa de la iniciativa empresarial, defensa del carácter emprendedor… “Desde ANESAR no podemos aceptar que cunda el desánimo” en un mensaje claramente propositivo y proactivo que toma el guante y pone en valor la fortaleza de la emprendeduría empresarial.
Adjuntamos en la presente información precisamente el outlook expuesto por Juan Lacara que resulta muy ilustrativo porque gráficamente detalla las circunstancias que están impactando sobremanera, pero también las acciones encaminadas a afianzar bases sólidas en pro de la recuperación.