Los artículos de la ley del Juego de Comunidad Valenciana de 2020 que dieron pábulo a la criminalización de la actividad y cuyo desarrollo reglamentario pende todavía de la gestión de los actuales responsables de la Generalitat.
El presidente de ALEBIN, Joaquín Iniesta, aportó diversidad de datos sobre la actividad sectorial. Ese tipo de datos sobre los primeros tres trimestres de 2023 y del año 2022 que la Generalitat de forma absolutamente ignominiosa mantiene en un baúl a la espera quién sabe qué para su presentación. Unos datos que revelan una cierta recuperación de las ventas del Bingo, pero insuficientes para dejar atrás la pandemia. Iniesta lo cifró en una reducción del -19’68% respecto de 2019 (pre-pandemia), tomando como referencia la media trimestral. “Probablemente quedará en estas variables”, avanzó el empresario.
También aludió a la asistencia de visitas. Tomando la referencia de un estudio en 10 salas de bingo adscritas a ALEBIN, la estimación es que la pandemia dejó atrás una pérdida del -17’71. Dato suficientemente revelador de la inyección que las empresas precisan. “No olvidemos que el 80% de nuestras salas en Comunidad Valenciana son de Tercera Categoría. Salas pequeñas que tenemos que cuidar”.
“¿Qué pedimos? Adecuación de la tasa fiscal al 10% sobre win; adaptación del reglamento del Bingo mixto y considerar nuevas posibilidades a las multipuesto, y; agilizar la normativa y que las salas se beneficien de los avances tecnológicos”.
Marina Sánchez de Bingo Bolera revalidó el criterio de perfil pyme que acredita al sector levantino. “Afrontamos unos costes que crecieron más del 200%, con tipos de interés al alza y sin que nuestras empresas tengan demasiado margen de maniobra. Apeló a las Administraciones y políticos a abandonar la política de invectivas valiéndose de una utilización sesgada de los datos de juego problemático. “En nuestras salas nunca han entrado menores. Hay que esforzarse en políticas de prevención y formación”.