Poco antes de conocerse el desenlace de la Prefectura, Oshidori se retiraba del consorcio creado con Mohegan Gaming & Entertainment con una declaración muy dura que tachaba de "poco transparente y profesional" la iniciativa promovida por las autoridades locales de Nagasaki.
La ciudad competirá por hacerse con una de las tres licencias de casino-resort integrado en Japón conjuntamente con Casinos Austria International en un proyecto emplazado en Sasebo que pretende ser atracción cultural, atracción comercial y atracción turística en general. La decisión de la Prefectura cierra la primera etapa del longevo y prolijo procedimiento que debe concluir con la adjudicación por el Gobierno japonés de tres licencias de casino-resort, cuyas superficies no pueden destinar más allá del 3% a la oferta de juegos de azar.
La alternativa que planteaba Oshidori International Development, que finalmente quedó en segundo lugar del proceso de selección acometido por las autoridades de Nagasaki, observó un agrio adiós pocas fechas antes cuando Oshidori International Holdings emitía una declaración formal en la que acusaba a la Prefectura de imponer "unos requisitos carentes de ética, unas restricciones poco razonables y una ausencia de de proyecto de negocio efectiva y racional". Además, su acusación se complementaba con referencias a "múltiples sospechas de fraude ético durante el procedimiento de recopilación de documentación y ausencia de un proceso de selección transparente y profesional".
Tras la retirada de Oshidori y a las pocas horas de conocerse la decisión de la Prefectura, Mohegan Gaming & Entertainment aseguraba que la decisión de retirada de la puja por el casino-resort de Nagasaki fue una medida individual tomada por su partner Oshidori International Development. El presidente y CEO, Ray Pineault, coincidiendo con el anuncio de resultados del segundo trimestre, señaló que "fue una decisión tomada en solitario por Oshidori y no tiene ningún impacto financiero sobre nosotros porque nuestra aportación en el proyecto era como asesores operacionales y de asistencia. No anticipamos cantidad económica o hemos acometido gastos relacionados con el proyecto".
Anteriormente Mohegan también puso en su punto de mira una licencia en Hokkaido, que no prosperó. La empresa recordaba en esta comunicación que el centro de sus esfuerzos se sitúa en el proyecto Inspire Korea en la localidad surcoreana de Incheon, que ha sufrido demoras a causa de la Covid. La financiación definitiva del proyecto es lo que ocupa a sus directivos en la actualidad, aunque a tenor de las palabras del presidente Pineault y de la CFO, Carol Anderson, no tienen dudas de que a finales de 2021 se reanudarán los trabajos en este complejo en Corea del Sur.