La candidatura seleccionada fue la única que culminó todo el proceso emprendido por las autoridades locales de Osaka para completar la fase previa a la definitiva selección por el Gobierno de Japón.
La inversión del proyecto alcanza los 9.000 millones de dólares y la previsión de apertura inicial de parte del complejo se prevé para 2028, aunque la totalidad no sería posible con antelación a 2030.
Las autoridades locales habrían aceptado la petición del consorcio inversor para que la construcción pudiera ser acometida en diferentes fases. De hecho, fuentes recogidas por nuestros colegas de GGRAsia calculan la edificación de unos 20.000 metros cuadrados en la apertura inicial para una superficie que podría alcanzar los 100.000 una vez sea culminada la obra.
La Prefectura de Osaka ha sido particularmente activa para animar a inversores, a diferencia de otras ciudades japonesas que incluso se han autoexcluido del proceso finalmente.
El Gobierno japonés será el que finalmente se pronuncie sobre los tres definitivos emplazamientos de casino-resort en el país asiático.