La recaudación absoluta en el ejercicio 2020 desciende a los 8'62 millones, cifra que sIgnifica regresar a registros propios de 2012, todavía bajo los efectos de la crisis de 2009.
Era predecible por lo que no puede causar sorpresa. Sin embargo, cuando llega el instante de analizar los datos objetivos constatan la incidencia en la actividad económica de las empresas causada por el confinamiento primero, y los cierres y restricciones de aforo y horarias que caracterizaron el segundo semestre de 2020.
Los 8'62 millones de euros reconocidos por el Gobierno foral procedente de la tributación de los juegos de entretenimiento de titularidad privada suponen un descenso de 1'13 millones respecto de la cantidad ingresada en 2019. Es una cifra relevante porque las dimensiones de la actividad en una comunidad como la navarra la hacen especialmente sensible.
El registro de 8'62 millones de euros significa retrotraer a guarismos de otros ejercicios como el de 2015, cuya cuantía se limitó a 7'29 millones de euros, y a 2012 cuando todavía bajo los efectos directos de la crisis de 2009 los ingresos descendieron a los 8'55 millones de euros. En ambos casos la actividad de la Apuesta era todavía muy reducida por lo que, más allá de las percepciones que ha generado su introducción, es un producto que ha contribuido a consolidar los ingresos fiscales de la Hacienda foral.
Precisamente la Hacienda Foral navarra informaba en el día de ayer que los mayores impagos tributarios se correspondían con el IVA, aplazamientos, sanciones, Impuesto de Sociedades y retenciones y pagos a cuenta del IRPF.