La titular de Tributos y Juego de la Generalitat describe las medidas bonificatorias adoptadas a raíz de los cierres y reducciones administrativas por la Covid, y deja entrever una contingentación a la baja del número de salas de bingo actualmente 75 y “la superación del anacronismo de la cuota fija de la máquina B”.
Los problemas de capacidad económica, particularmente respecto de las B, y las medidas promovidas con el fin de paliarlas, que hallaron la convalidación del parlamento autonómico, centraron la primera parte de la ponencia de Natàlia Caba i Serra en el Expo Congreso. Unas acciones en las cuales puso en valor la estrecha relación mantenida con el sector del juego con el fin de evaluar todas las circunstancias que afectaban a las empresas operadoras y su relación con la hostelería, y en la misma línea con las empresas de establecimientos de juego que a finales de 2020 afrontaron casi seis meses de cierre prolongado.
Pero el grueso de su intervención concretó aquellas iniciativas en tramitación. Es el caso del decreto de Planificación que en esencia busca fijar distancias entre establecimientos de juego, ya sean bingos, salones o casinos. También se refirió a la tentación de restar del número contingentado aquella licencia de establecimiento que pudiera causar baja.
Caba alertó sobre el hecho de que hay máquinas B en situación de régimen de ‘baja temporal’ desde hace 5 años; argumento que, a juicio de su departamento, motivaría una tentativa por acometer medidas que redujeran el número de ‘bajas temporales’. También aprovechó para avanzar públicamente una idea que en el seno de Tributs i Joc lleva tiempo cociéndose y que Caba explicó señalando la necesidad de superar “el anacronismo de la cuota fija de la máquina B, aprovechando las nuevas tecnologías y el principio de capacidad económica facilitando la lectura de la máquina en conexión con la Agència Tributària de Catalunya”.
Las referencias de Caba al bingo plus arrojaron ciertas contradicciones. Habló de “un diferencial de bases imponibles brutal en el bingo tradicional”, pero lo cierto es que esta modalidad observa una inclinación progresiva y prolongada en el tiempo claramente a la baja. En el trasfondo la inquietud que licencias en trámite actualmente levantan sospechas en la Administración sobre el fin real de las mismas al no justificar con claridad un ejercicio crucial en el concepto del Bingo como es la compra de cartones en sala. Admitió estar analizando el bingo electrónico de sala y avanzó que el modelo aragonés sería el más atractivo en un primer examen. “Aunque habrá que ponderar cuál puede ser su impacto en la recaudación”.