Sólo uno de los ocho casinos autorizados en las dos provincias canarias acumuló una regularidad en la oferta de juegos de mesa más allá de las máquinas de azar, cuyo parque se incrementó en 129 unidades.
Los casinos de juego de Canarias son uno de los tipos de establecimientos que mantienen más puestos de trabajo en el régimen de ERTEs de pandemia. Son un elemento adicional a la condición que otorga a esta comunidad autónoma como la de mayor número de trabajadores/as todavía acogidos a esta fórmula.
La gran diferencia respecto de 2020 en la actividad de los casinos de Canarias es que todos permanecieron abiertos en cada uno de los meses del año, salvo escasas excepciones acontecidas en el mes de enero de 2021. Y todos ellos concentraron su actividad en la operativa de las máquinas C, cuyo número de unidades al finalizar el año sumaba 335, lo que significa un importante incremento respecto de las 206 registradas al concluir 2020.
En la demarcación de Las Palmas, que incluye 6 casinos de juego, tras la más reciente incorporación del Gran Casino Corralejo en Fuerteventura desde el mes de noviembre de 2021 el drop absoluto acumulado alcanzó los 20'50 millones de euros.
En los tres casinos operativos en la isla de Tenerife el drop total de 2021 apenas superó los 2'09 millones de euros.