Ayer la Comisión de Presidencia, Igualdad, Función Pública e Interior del Parlamento Foral aprobó el dictamen sobre la proposición de modificación de la ley del Juego, que aparentemente preserva la B y la máquina de apuestas en la Hostelería de Navarra.
Un texto inspirado por PSN y Geroa Bai, pero que también ha incluido aportaciones de las formaciones que sostienen al Ejecutivo foral: Podemos, Bildu e IU. Una de las novedades es que el Gobierno de Navarra elabore un estudio específico sobre fiscalidad del sector del Juego en el plazo de 8 meses.
La distancia de establecimientos de juego revalida la hipérbole que viene caracterizando cómo afrontan las Comunidades Autónomas este asunto: lo es respecto de la siguiente retahíla de entidades: centros de enseñanza reglada, casas de la juventud, instalaciones sanitarias, deportivas, culturales, recreativos, centros residenciales de personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental, lugares de rehabilitación de personas con patología de juego. Se propone una distancia de 400 metros, que ayer fue únicamente rechazada por Navarra Suma.
El control de acceso informatizado será obligatorio para los establecimientos de juego, donde se exigirá el Registro de Prohibidos.
En materia de publicidad y patrocinio estipula que las empresas de Apuestas tienen vetado hacer uso de la misma. Es decir, las actividades deportivas patrocinadas por empresas de Juego no podrán obtener subvenciones públicas.