Los tres años previos a la aprobación de la ley del Juego colocaron a la BR o recreativa con premio limitado y, en consecuencia, a las empresas operadoras ante una coyuntura muy comprometida.
La imposibilidad de nuevas autorizaciones en Navarra fue una de las circunstancias a las que las empresas operadoras tuvieron que hacer frente en ese espacio de tiempo, siempre con las dudas sobre cuál iba a ser el futuro de la máquina B en los establecimientos de hostelería de Navarra.
La aprobación definitiva de la ley del Juego ha despejado muchas de las grandes dudas que asaltaban principalmente a la BR en Hostelería en ese futuro a corto y medio plazo, particularmente por el fuerte arraigo con el territorio que hacen gala sus empresas operadoras.
Un excelente ejemplo del compromiso frente a la adversidad es que la recaudación generada por la Máquina B en general en la Comunidad Foral de Navarra en 2021 fue de 4'48 millones de euros, una cantidad inferior a los 5'97 millones de euros acreditados en 2020.
De la misma manera que el sector estuvo fuertemente penalizado por las incertezas que comprometían su futuro a raíz de los trabajos de la Ponencia que en el Parlamento Foral debatió la ley del Juego, en 2021 las empresas operadoras del producto B hallaron un respiro por la vía tributaria para compensar los efectos de la pandemia sufridos por los cierres de los bares o las limitaciones de aforo, cuando no la prohibición de consumo en barra. En 2021 la cuota impositiva de la máquina B obtuvo una bonificación en los trimestres segundo, tercero y cuarto.
En la primavera de 2023 el Gobierno de Navarra se compromete a disponer de un estudio sobre la fiscalidad del Juego en la comunidad foral. En ese análisis tendrá que valorar la relevante aportación de la B no sólo por la imposición directa, sino también en la economía circular.