Establece un sistema de reconocimiento mutuo de las inscripciones realizadas en los respectivos registros de interdicciones de acceso al juego mediante una interconexión automatizada que se prolongará por espacio de 4 años.
Materializa el compromiso adquirido por el Ejecutivo vasco en el Consejo de Políticas del Juego (CPsJ) que persigue impedir que las personas inscritas puedan acceder a establecimientos de juego o al juego online, independientemente del ámbito de aplicación territorial.
Cuando alguien se inscriba en uno de los Registros, el efecto será en todo el territorio español por lo que ambas Administraciones realizarán los desarrollos informáticos necesarios y se establecerá la vinculación de los sistemas, permitiendo la comunicación de inscripciones, modificaciones y cancelaciones entre Administraciones.
Ambas Administraciones crearán una Comisión de Seguimiento compuesta por miembros de la Dirección de Juego del Gobierno Vasco y de la DGOJ que se reunirá al menos 1 vez al año.
Una vez más es preciso recalcar que estar inscrito en el Registro de Interdicciones no es sinónimo de que la persona acredite un diagnóstico de 'juego problemático'.