La sentencia, que falla unos hechos ocurridos en el verano de 2018, reconoce que la máquina quedó inservible y que el culpable causó numerosos destrozos en el local.
El acusado rompió la pantalla LCD interior y accedió al cajetín de la máquina B. A través del cajetín sustrajo al menos 520 euros de la máquina. La reposición ha sido tasada en 1.990 euros por la empresa operadora.
El acusado admitió los hechos durante el juicio y se alcanzó un acuerdo entre las partes: aceptó la pena, que ha sido declarada firme por el tribunal.