La exatleta hispano-nigeriana de 46 años especializada en los 100 metros vallas regresa a Valencia como parte de los programas solidarios que Fundación Sportium y la Real Federación Española de Atletismo (RFEA) impulsan para promover la inclusión a través del deporte.

Glory estaba residiendo en Nigeria con un hijo a cargo y en situación de vulnerabilidad. Esta circunstancia fue comunicada por la RFEA a la Fundación Sportium como parte del acuerdo sellado en 2023. Ambas entidades empezaron a trabajar en un plan de regreso y reinserción para Glory.

A su llegada a Valencia ha comenzado a desempeñar funciones como entrenadora en el club EMID la capital levantina, pero también en las Escuelas de la Federación de Atletismo de Valencia y colabora con la RFEA y la Federación de Atletismo de Comunidad Valenciana donde participa en el Programa Nacional de Tecnificación Deportiva.

La deportista ha agradecido a la Federación y a Fundación Sportium la oportunidad de trabajar en lo suyo. “Hacer algo que te gusta es muy importante”, explica Alozie. “Trabajar como entrenadora me da mucha alegría y simplemente puedo dar las gracias a la Fundación Sportium y la RFEA”.

El presidente de Fundación Sportium, Alberto Eljarrat, ha reiterado el objetivo de “ayudar a los deportistas a alcanzar sus metas. Glory a buen seguro logrará un futuro digno y esperanzador”.

El presidente de la RFEA, Raúl Chapado, ha expresado la satisfacción por “el impacto transformador del atletismo solidario, que está ofreciendo oportunidades a aquellos que persiguen sus sueños”

La embajadora de Fundación Sportium, Raquel González, espera ver muy pronto a Glory Alozie con la camiseta de España. “En Fundación Sportium nos complace ayudar a deportistas en situaciones de exclusión social para que puedan luchar por conseguir sus sueños”.

La atleta fue subcampeona mundial en Sevilla 1999 y olímpica en Sydney 2000 en los 100 metros vallas representando a Nigeria poco antes de nacionalizarse española. Ya compitiendo como española fue campeona de Europa de 100 metros vallas en Munich 2002.