El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, siempre se ha manifestado opuesto a la normalización de la actividad, que sería presencial y online, y que está formalmente prohibida en el país desde 1946.
Fue el entonces presidente, Eurico Gaspar Dutra, quien determinó que "la práctica era contraria a la tradición moral, jurídica y religiosa del pueblo brasileño".
La actitud de Bolsonaro es auténtica dinamita porque cuando a finales de 2021 se le preguntó sobre el particular aseguró que vetaría el texto que le llegara del Parlamento "porque los juegos de azar no son bienvenidos en Brasil".
La ley 442 fue respaldada en el Congreso por 246 votos favorables y 202 contrarios. Apoya la legalización de los casinos, juego online, carreras de caballos, máquinas de azar, bingo y el denominado 'jogo do bicho'.
La norma crea un ente regulador que supervisaría la actividad, además de acreditar el registro federal de la actividad. Igualmente detalla la creación del Registro Nacional de Prohibidos para identificar y bloquear el acceso de menores y prohibidos.