California decidirá en un referéndum extraordinariamente confuso la eventual luz verde a las apuestas deportivas, y en Missouri, Minnesota y Oklahoma la eventual elección de políticos en sus Cámaras puede definir el futuro inmediato.
Denominador común de las refriegas es determinar si la titularidad sobre estos productos tiene que corresponder a las tribus indias, o bien otros operadores comerciales pueden acceder a los mismos. Sin duda, California es un caso emblemático.
Ya hemos informado en ediciones precedentes de la batalla mediática que se ha vivido en los últimos meses a propósito de la regulación de las apuestas deportivas en California, donde se ha alcanzado un desembolso superior a los 500 millones de dólares para la promoción en todos los medios de comunicación de campañas antagónicas, pero con un mismo fin: autorizar la comercialización de apuestas deportivas, bien mediante la Proposición 26, bien la Proposición 27.
En Missouri llevan muy mal que en la vecina Kansas las apuestas deportivas sean un hecho y que numerosos ciudadanos/as de Missouri crucen la frontera para realizar apuestas. Según el político republicano o demócrata que gane el escaño, la legalización será más rápida o más larga en el tiempo, incluida la variable online.
La elección del gobernador en Oklahoma también será decisiva en el rol que puedan jugar las tribus indias ante una eventual legalización de apuestas deportivas y del juego online en general. Y en Minnesota sucede otro tanto respecto de sus posibilidades de regulación.
Las elecciones en (esta vez) segundo martes de noviembre ayudarán a despejar determinadas opciones de desarrollo del mercado.