La operación, valorada en cerca de 30 millones de euros, abre la puerta para que Betsson cree un incentivo de rendimiento en torno a 5 millones de euros en función del cumplimiento de objetivos de EBITDA en los primeros seis meses bajo la propiedad de Betsson.
Betsson ha financiado la operación a partir de la línea de crédito renovable ampliada concretada meses atrás que le ha proporcionado aproximadamente 57 millones de euros.
Es la cuarta adquisición de Betsson en Latinoamérica, tras Suaposta Brasil, Colbet Colombia y el proveedor de pagos JDP Tech.